La Armonía y la Entrega
Los seres humanos tendemos a buscar la seguridad en el control de realidades, hechos y acontecimientos. Incluso quisiéramos controlar a las personas para someterlas a una relación armónica. Pero la armonía propiamente humana no surge como producto del dominio sino como fruto del encuentro mutuo, que implica entrega a los demás y respeto de su libertad
Cuando el soberano de un reino vecino anunció su propósito de visitar el monasterio, todo el mundo exteriorizó su nerviosismo. Sólo el Maestro mantuvo su habitual calma.
Monasterio de Poio |
<< He oído decir que has alcanzado la perfección mística, y quisiera saber cual es la esencia de los místico>>
<<¿Para que?>>, pregunto el Maestro.
<<Deseo averiguar la naturaleza del ser, a fin de poder controlar mi propio ser y el de mis súbditos y conducir a mi pueblo a la armonia.>>
<<Esta bien>>, dijo el Maestro, <<pero debo advertirte que, cuando hayas avanzado en tu averiguación descubrirás que esa armonía que buscas no se consigue a base de control, sino a base de entrega.>>
ANTHONY DE MELLO, Un minuto para el absurdo
(Sal Terrae, Santander, 1993, p. 147)
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