El trabajo encierra un gran valor para nosotros, no sólo porque nos facilita bienes sino porque nos permite poner en forma diversas cualidades que son indispensables para nuestro desarrollo personal como por ejemplo la tenacidad, la superación de obstáculos, la imaginación... Bien concebido y realizado, el trabajo nos permite llevar una vida creativa en diversos órdenes.
El Labrador y sus hijos
Un labrador, a punto de morir, quería que sus hijos tuvieran experiencia de agricultura, los llamó a su lado y dijo: "Hijos míos, en una de mis viñas hay guardado un tesoro." Éstos, después de morir el padre, tomaron las rejas y layas y excavaron todo el labrantío, pero no encontraron el tesoro; en cambio, la viña les dio una cosecha excelente.
La fábula muestra que el trabajo es un tesoro para los hombres
Heracles y el Carretero
Un carretero venía conduciendo un carro desde una aldea cuando éste se le metió en una profunda vaguada. A pesar de que debería echar una mano, se quedó inactivo y empezó a rezarle a Heracles, el único de todos los dioses al que realmente veneraba y honraba. Entonces se le apareció el dios y le dijo: "Agarra las ruedas y aguijonea a los bueyes. A los dioses se les debe rezar cuando hace algo uno mismo, si no es rezar en vano."
Esta vieja fábula nos ayuda a entender que el único trabajo cierto es el que hacemos nosotros
ESOPO, Fábulas
(Gredos, Madrid, 1979, pp. 61, 313)
REFLEXIÓN
¡Sé alegre y optimista!
Cuando te diriges a tu trabajo, hazlo con corazón alegre.
El trabajo que tú realizas es digno de tu persona.
Por más insignificante que parezca, es de suma responsabilidad para ti y para el mundo.
No dejes de agradecer al Supremo por el trabajo que te proporciona el pan de cada día.
Llega al lugar de trabajo con el corazón feliz, y el trabajo será un pasatiempo, un estimulante, que te dará cada día inmensas alegrías y felicidad incalculable.
