lunes, marzo 26

LA AMISTAD GENERA CONFIANZA



Una de las características de los buenos amigos es la confianza en el trato mutuo. Como el encuentro humano implica, al mismo tiempo, cercanía y distancia, la confianza no debe nunca extralimitarse, para no causar molestias o resultar chabacana. Mantenida en sus justos limites, cobra a veces acentos de una indefinible ternura, como sucede en la anécdota siguiente:

Cuando murió Madame de la Sablière (1693), La Fontaine, que había vivido en su casa durante veinte años, se encontró completamente desamparado. Su amigo, el consejero D'Hervat, al conocer la noticia de la defunción, pensó inmediatamente en el viejo fabulista y resolvió, de acuerdo con su mujer, ofrecerle hospitalidad. Al dirigirse a la casa mortuoria encontró en la calle a La Fontaine.
__Querido amigo __le dijo D'Hervat__, mi mujer y yo hemos calculado la inmensidad de vuestra pena y soledad, y os rogamos que vengáis a nuestra casa.
La Fontaine abrió los brazos a su amigo y dijo, con la mayor sencillez:
__A ella iba.
Diccionario Ilustrado de anecdotas
(Gustavo Gili, Barcelona, 1965, p. 46)

     
La confianza ha de crecer a medida que florece la amistad





  


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